Un gran porcentaje de la población de Ah-Kin lo constituye el género hermoso. Si tu formas parte de este porcentaje, seguramente te habrás percatado de algunos cambios en tu cuerpo: te sientes más fuerte, más saludable, te cansas menos e incluso estás de mejor humor. Si eres un chico, lo más probable es que hayas notado que tus compañeras han adquirido una forma más magra, músculos más firmes y curvas más pronunciadas.
¿Qué es lo que sucede? ¿Dónde está el secreto?
Sencillamente, la clave está en nuestra herramienta de entrenamiento: la girya.
Algunos de los beneficios que esta herramienta ofrece a las mujeres (y a quienes las admiran) son los siguientes:
- Intenso entrenamiento cardiovascular: si no nos crees, recuerda tan sólo tu ritmo cardiaco durante el calentamiento con swing.
- Entrenamiento integral: fuerza, resistencia y elasticidad se practican con esta herramienta. Por si fuera poco, trabajas prácticamente todos los músculos en una hora de ejercicio constante.
- Ideal para gente ocupada: no necesitas esforzarte por mantener los pies en la caminadora, o seguir un régimen de ejercicios cíclico en un gimnasio que te van a llevar horas. En tres sesiones por semana tienes todo lo que necesitas.
- Mucho mayor quema de grasas: la combinación ganadora cardio-pesas acelera el metabolismo, provoca una mayor producción de la hormona del crecimiento, y al generar una gran cantidad de músculo compacto, tu cuerpo sigue quemando grasa aún 24 horas después de cada sesión.
- Original y divertido: como se trata de una herramienta flexible, el repertorio de movimientos que puedes hacer con ella se multiplica casi hasta el infinito, y además te permite combinarlo con otras disciplinas y aderezarlo con la música que más te gusta, a diferencia de las pesas convencionales.
- No genera músculos voluminosos: genera fuerza, tejido compacto y curvas justo donde tienen que ir, por eso conservas esa interesante diferencia entre caderas y cintura mientras tu abdomen empieza a mostrar el famoso “lavadero”. Es un ejercicio altamente recomendable para el público femenino.
- Fácil de aprender: simplemente recuerda la última vez que escuchaste en la calle alguna de las canciones que usamos en Ah-Kin, no podrás negar que tu cuerpo comenzó a repetir algunos movimientos familiares J. A esto, añade la practicidad de trabajar un amplio grupo de músculos con pocos movimientos sencillos.
- Protege las articulaciones: es un ejercicio de mínimo impacto articular, por eso también es muy recomendado para rehabilitación, y para quienes no pueden hacer ejercicio de alto impacto.
- Incrementa flexibilidad, coordinación motriz y movilidad de las articulaciones: es una herramienta pequeña y fácil de manejar, por lo que la variedad de movimientos que realizas con ella te ayudan a generar músculo funcional (no te vuelves “tiesa” al aumentar tu masa muscular).
- Desarrollas gran fuerza en el abdomen y espalda baja: la zona también conocida como “core” es una de las que más se desarrollan a través del entrenamiento con giryas, lo cual te brinda mayor estabilidad y alivia cualquier dolor incómodo de espalda.
- Aumenta tu capacidad de concentración: cada sesión te exige estar completamente “presente”, sin distracciones, lo cual también te ayuda a bajar considerablemente tus niveles de estrés.
¿Quieres más? Las hormonas que tu cuerpo secreta durante el ejercicio con giryas sin duda te ayudan a dormir mejor, y esto se traduce en una significativa mejora en tu piel, cabello, uñas y humor.
Ahora que sabes todo lo bueno que puede hacer esta pequeña pesa por ti, no hay razón para no enamorarse de Ah-Kin. ¿O tú qué opinas?